Este domingo pasado, la comunidad societaria de la republica se despertó resaqueada solo para enterarse de la desaparición inexplicable de uno de sus miembros. Una vez digerida la terrible noticia, y dada la naturaleza caritativa y la dulce inocencia del desaparecido, se procedió a comenzar la búsqueda en todas las iglesias y los comedores comunitarios frecuentados por este. Una vez investigados estos sectores, seguidos de todas las zanjas y licorerías de la ciudad, se traslado la búsqueda a los carritos de comida chatarra de la ciudad, pero todos los esfuerzos fueron inútiles. La desazon se apodero de algunos, la felicidad de otros tantos, y las hipótesis no tardaron en formarse. Justo cuando todas las ideas apuntaban a un cambio de sexo o a una conversión al fundamentalismo islámico, nuestro editor en jefe recibió una llamada anónima del gordo Omar “Touch and Go” Fopiani, conocido allegado del Glamoroso Basetti, en la cual se acreditaban el secuestro de nuestro amigo. El hecho en cuestión fue llevado a cabo por un grupo paramilitar fiel al mago conocido como